🇻🇪 Los Días Pasados del Autoritarismo

🕊️ Editorial | “Los días pasados del autoritarismo”

Hay frases que condensan un tiempo histórico. Cuando Donald Trump afirmó que “Maduro tiene los días contados”, muchos lo leyeron como una bravata. Pero más allá de la literalidad, la expresión resume algo más profundo: el ciclo autoritario de América Latina está agotado. La historia avanza, y las viejas fórmulas del populismo ya no seducen ni asustan. Los pueblos, con paciencia y coraje, están votando su salida.

El triunfo de la oposición democrática en las legislativas argentinas confirmó que la ola libertaria iniciada por Javier Milei no fue un accidente: fue un ajuste de cuentas con el pasado reciente, un referéndum contra el saqueo institucional y la cultura de la dádiva. En Bolivia, la elección de un gobierno de unidad nacional encabezado por Rodrigo Paz marca el fin de dos décadas de control hegemónico del populismo encarnado por Evo Morales. Y en Ecuador, la recuperación del Estado frente al crimen organizado es otra señal de que la región se está rearmando moralmente después de años de desencanto.

En este contexto, Venezuela sigue siendo la herida abierta del continente. Maduro ya no gobierna: administra los restos de un poder exhausto, sostenido solo por el miedo y la complicidad de quienes temen perder privilegios. Lo saben los venezolanos dentro del país y los millones que vivimos fuera. Sus días, más que contados, están pasados —gastados en la represión, en el saqueo, en la impostura de un discurso que ya nadie cree.

Pero mientras ese ciclo muere, otro germina en el exilio.

Desde Madrid, Bogotá, Lima o Buenos Aires, la diáspora venezolana ha empezado a pensarse como sujeto político y constructor del porvenir. No solo denunciamos: proyectamos.

Esa es la fuerza que inspira La Operación Guacamaya y el retorno de los desterrados, el libro que esta semana presentamos en Paracuellos del Jarama, junto a amigos españoles y compatriotas que no han perdido la fe.

Ese encuentro fue más que un acto literario: fue una asamblea de futuro. Allí hablamos de planes concretos —de energías limpias, de biotecnología, de semiconductores, de la aplicación “blockchain” para el emprendimiento nacional—, ideas que germinan en el exilio y que algún día volverán a sembrarse en suelo venezolano. En ese marco del plan Tierra de Gracia, el destino de la gente tiene un sitio privilegiado, porque para el gobierno de transición que lideraran María Corina y Edmundo González, la reconstrucción del tejido humano, la superación de la pobreza, ponerse al día con la educación, garantizar servicios básicos y empleos dignos, son puntos subrayados en la agenda de trabajo. 

En tal  sentido, como dijo el alcalde Jesús Muñoz, “este acto de presentación del libro de Antonio Ledezma es un homenaje a la esperanza y a la tenacidad de quienes no se rinden”.

Hoy, cuando el mundo libre vuelve a mirar hacia América Latina con atención, Venezuela no puede quedar fuera del nuevo amanecer democrático. Nuestra misión, desde el exilio, es mantener viva la llama de esa transición. Que el mundo sepa que seguimos aquí, trabajando por el retorno, convencidos de que la reconstrucción ya comenzó —primero en las ideas, pronto en la tierra.

Porque el futuro de Venezuela no será una restauración: será un renacimiento.