- Venezuela Libre
- Posts
- ⛓️💥 Volver a la vida. Pero en el infierno sigue girando la puerta
⛓️💥 Volver a la vida. Pero en el infierno sigue girando la puerta
Mas de 900 presos políticos aun por liberar.
Esta semana, el boletín recoge la paradoja venezolana: un canje internacional que permitió varias excarcelaciones mientras la represión sigue activa y la puerta giratoria no se detiene. Compartimos la lista actualizada de liberados, una crónica de la acción global del 18J ante las Nunciaturas, y un ensayo sobre cómo volver a sembrar país entre ruinas y despojo. Tres lecturas para sostener la lucidez en medio del chantaje.
El viernes se celebraron excarcelaciones. Algunas celdas se abrieron, algunos nombres volvieron a la calle, algunos abrazos rompieron el silencio. Nada puede ni debe restar valor a esa alegría. Celebramos la liberación de venezolanos inocentes que estaban presos en El Salvador, y la excarcelación —aún en curso— de al menos 80 presos políticos en Venezuela, fruto de un canje internacional que también permitió el regreso de ciudadanos estadounidenses, en un intercambio que involucró a Estados Unidos, El Salvador y el poder de chantaje del aparato represivo de la dictadura de Nicolás Maduro. Pero más de 900 presos políticos siguen esperando su libertad.
Pero al mismo tiempo que unos salían, otros entraban. En las últimas 48 horas, al menos 14 nuevos dirigentes y activistas han sido detenidos arbitrariamente. Uno de ellos es el Dr. Ferreira, coordinador del Comando con Venezuela en Lara, de quien se desconoce el paradero. Otro es Simón Bolívar Obregón, joven consejero universitario de la UCV, secuestrado por cuerpos de seguridad sin orden judicial alguna. No hay delitos, no hay explicaciones, no hay garantías. Solo el zarpazo de un Estado que ha convertido la desaparición forzada en método de gobierno.
Lo que se intercambia no son reos, son rehenes. Por cada excarcelado, el sistema necesita un nuevo prisionero. Es la lógica de la puerta giratoria: liberar para reprimir, soltar para volver a atrapar, dar una noticia buena para esconder diez malas. En ese juego perverso, el poder convierte el sufrimiento humano en moneda para poder ganar tiempo, legitimar su control y administrar el terror.
Sí, hay motivos para el alivio. Pero también hay razones de sobra para la lucidez. Porque si algo demuestra este episodio es que la libertad, en Venezuela, sigue secuestrada. Y que el único camino ético ante esa evidencia es no callar, no transar, no normalizar. Esta semana, cientos de personas en Caracas, Madrid, Berlín, Bogotá, Buenos Aires y otras ciudades del mundo acudieron a las Nunciaturas Apostólicas para pedir a la Santa Sede que la canonización de los beatos venezolanos José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles sea también un acto de justicia: una Pascua con nombre y rostro de los presos políticos. La acción, celebrada el 18 de julio —Día Internacional de Nelson Mandela— fue un signo de fe activa, de denuncia profética y de compromiso por la libertad. Puedes leer aquí el artículo completo sobre esta jornada y la resistencia que se sostiene incluso en la clandestinidad.
Lista de excarcelados hasta el sábado 19 de julio de acuerdo al Comité por la Liberación de Presos Políticos
Tocorón:
| El Helicoide:
Liberado desde Comandos:
|
Mi ensayo de la semana

Cacao venezolano, el mejor del mundo
🧺 Venezuela: cuando el campo no da más
Una mirada urgente al colapso agroalimentario y lo que podemos hacer para revertirlo
La actividad agrícola en Venezuela ocurre entre ruinas. Sembrar hoy significa hacerlo sin maquinaria, sin combustible, sin caminos transitables ni seguridad para trabajar la tierra. Esta semana publiqué un ensayo que recorre los escombros del aparato agroalimentario venezolano, con cifras duras, testimonios de productores y propuestas concretas. Aquí te doy un adelanto didáctico de lo que encontrarás:
🔧 ¿Cómo se desmanteló el campo?
El parque de maquinaria agrícola tiene más de 18 años de antigüedad. El 80 % está inoperativo.
La escasez de diésel encarece el costo de producir una hectárea de maíz o arroz.
Las vías rurales están destruidas, y entre alcabalas, “vacunas” y robos, muchos prefieren dejar de producir.
El sector lácteo trabaja a menos del 30 % de su capacidad y cientos de marcas han desaparecido.
La pesca, que podría ser un salvavidas nutricional, cae en picada por falta de infraestructura y apoyo.
💡 ¿Qué se puede hacer?
El ensayo propone medidas de emergencia y estructurales: desde rescatar unidades de producción dormidas hasta acabar con la extorsión institucionalizada en las rutas del campo.
Pero, sobre todo, se plantea una reflexión de fondo: sin soberanía alimentaria, no hay soberanía posible
📘 Léelo completo en mi blog
Te invito a leer el ensayo completo en mi sitio, donde podrás profundizar en los datos, las causas y las propuestas concretas para una transición productiva: